Este sábado se desarrolló el primer remate anual para la cabaña San Quintín, de la familia Bentancur, que se desarrolló en la agropecuaria de Flores.
Realmente fue un gran debut para toda la genética que se ofreció, empezando por los vientres y terminando por los toros, que finalmente coronaron un gran remate, con dispersión de la genética para distintas zonas del país.
La venta inició con la colocación del 50% de una ternera de elite a US$ 6.960, mientras que otra se vendió el 100% a US$ 6.180. Por su parte, los vientres preñados se colocaron a US$ 1.296.
Por último llegó el plato fuerte, con los toros que se vendieron en su totalidad a un promedio de US$ 3.090, con un máximo de US$ 4.560 y un mínimo de US$ 2.400.
Remataron Ramos y García y Gustavo Basso Negocios Rurales.
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